Los puntos imprescindibles de un Plan de Negocio
Una aventura empresarial no se puede empezar a lo loco. Para no dar palos de ciego y tener la posibilidad de conseguir financiación hay que tener todas las piezas bien encajadas. Dicho de otra manera: hay que construir a conciencia el Plan de negocio, ese documento que refleja el espíritu de la iniciativa: cuál es la idea, por qué puede triunfar…
Un buen Plan de Empresa es la Biblia sobre la que se sustenta nuestro negocio, una herramienta que no solo nos marcará la hoja de ruta a seguir durante las primeras etapas de nuestro proyecto, sino que también es la principal arma con la que cuenta un emprendedor para convencer a un banco o a un “business angel” (inversor) de que lo financie. Debe definir a quién va dirigido el proyecto, quién es la competencia, tener un plan B y marcarse unos objetivos que se puedan cumplir.
Elaborar un buen Plan de Negocio requiere tiempo y, con el fin de hacerlo de la mejor manera posible, estos son los puntos imprescindibles que debe tener todo Plan y en los que hay que incidir.
Se trata de conseguir que un Plan de Negocio deje a los inversores con la ”boca abierta”.
1. LO IMPORTANTE ES EL FONDO, NO LA FORMA
Intentar dejar bonita la presentación de un proyecto no debe ser la prioridad de ningún emprendedor. Lo más importante de un proyecto no es la forma, sino el fondo.
Los inversores están muy habituados a ver planes de negocio, y se van a dar cuenta inmediatamente si hace aguas en el contenido. Esto es, precisamente, lo que más valoran y en lo que hay que volcar los esfuerzos.
Al inversor no le importa qué hace un emprendedor, ni cómo lo quiere hacer. Lo importante es por qué lo hace.
2. DEFINIR TU PÚBLICO
Para que una idea llegue a buen puerto, su creador debe tener claro a quién se dirige. Es decir, a qué personas o colectivos les va a ser de utilidad el producto o servicio que propone. Así, todas las decisiones irán en la misma dirección.
Es un punto clave de la estrategia y debe estar lo más especificado posible, ya que de este punto dependen todos los desarrollados después.
3. QUIÉN ES LA COMPETENCIA Y QUÉ HACE
En todo plan de negocio debe establecerse un pequeño análisis de la competencia. Es decir, cuántas y cuáles son las empresas con quienes se va a ver las caras en el mercado un proyecto.
Es esencial saber si nos encontramos ante un mercado en expansión, si está saturado o si vamos a comercializar un producto o servicio que puede ser imitado fácilmente por otros agentes del negocio. Cuando se conoce bien el entorno es más fácil desenvolverse en él y saber de qué forma se puede destacar sobre el resto.
4. MARCARSE UNAS PREVISIONES REALISTAS
Todos los expertos insisten en lo mismo: lo mejor que puede hacer un aventurero empresarial es marcarse unos objetivos sencillos y fáciles de cumplir. Si se fijan unas metas complicadas y no se consiguen, llegará la frustración. En cambio, si se van cumpliendo unas previsiones realistas, la motivación se mantendrá viva. Y éste es uno de los mejores aliados que puede tener el emprendedor.
Hacer proyecciones siempre crecientes y no se apoyen en una demanda real es, como mínimo, una imprudencia. Ser conservador en las previsiones no significa pensar en pequeño. Al contrario: permite dotar al negocio de flexibilidad y capacidad para adaptarse a los cambios que se vayan produciendo..
Si a los miembros de un equipo se les fija unos objetivos alcanzables, se motivarán y, poco a poco, irá saliendo el trabajo, porque motivación es sinónimo de trabajo y eficacia.
5. CUÁNDO Y CÓMO CONSEGUIRÉ DINERO
Otro de los consejos es que el Plan de Negocio debe incluir la manera en la que un proyecto va a conseguir más fondos. Es necesario hacer una prospección para saber dónde vamos a conseguirlos y en qué momento podremos disponer de ellos, ya que de otro modo no podremos implementar el resto del Plan de Negocio.
6. PONER FECHA A LA RENTABILIDAD
Es uno de los puntos más importantes de un plan de negocio y que habitualmente pasa desapercibido. El consejo es realizar proyecciones económicas de la línea de negocio (o de las que existan) y sus márgenes, y estar pendiente de cómo evolucionan.
Además no se pueden confundir los términos viabilidad económica y viabilidad financiera. “Se puede tener un negocio rentable (viabilidad económica) y no tener ni un solo euro en la caja (viabilidad financiera). Por eso es tan importante cumplir el Plan de Negocio.
7. DEFINIR BIEN LA ESTRUCTURA DEL NEGOCIO
En una empresa cada socio es diferente y, por eso, es aconsejable tener lo más claro posible cómo se compone el capital. Por tanto, se debe definir este concepto desde un principio y, así, prevenir problemas en el futuro.
Cada uno de los socios ha de tener un porcentaje proporcional en función de su participación. No solo del dinero que haya invertido, sino también del trabajo, la dedicación y el valor añadido que aporta al proyecto.
8. CÓMO CRECER SIN MORIR DE ÉXITO
Al hilo del punto anterior, se debe planificar detenidamente cómo se va gestionar el crecimiento del negocio y si éste va a ser capaz de soportar los gastos que supondría dar servicio a nuevos clientes. Algo que no siempre se tiene en cuenta. Si se crece mucho y muy rápido puede darse la situación de que no dispongamos de financiación para proporcionar este servicio y así, seguir desarrollándonos, por tanto, este cabo debe estar tan bien atado como todos los anteriores
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